sábado, junio 16, 2007

Para que admirar la luz de la luciérnaga
Si es tan breve su existencia

Para que tener que seguir un gobierno
Que no valora ni respeta…
Y para que luchar por la excelencia
Si se recompensa el conformismo
Para que creer en un dios
Si sus representantes son pedófilos

Para que decirle a la pareja que la quieres
Mientras piensa en otra persona
Y para que creer en el amor
Si existe el desamor
Para que atesorar una rosa
Si su esencia se ha evaporado
Y para que mirarte a los ojos
Si no veo mi vida reflejada



Núm. – 58

4 comentarios:

Yiara Sofía dijo...

Para qué? No sé, pero al menos el instante de la luciérnaga, el coraje al gobierno, la incredulidad ante los pedófilos, la creencia en el amor y el acto de mirar, nos recuerda que sentimos y por lo tanto existimos. Aunque esa existencia no siempre sea la idealizada, pero ES. Me alegro que en mi existencia hayas estado tú, amigo mío, aunque fuera por segundos! Abrazos. Yo, la optimista (aunque otros me quieran llamar de otro modo, jajaja)

PEREGRINO dijo...

Dra. Yiara - yo tampoco se...pero solo fue un momento de desahogo. Como diria Rene Descartes "pienso y luego existo". Yo tambien me alegro de conocerte y haber compartido contigo. Sabes que cuentas conmigo...cuidate.

Brindo por tu optimismo...

Anónimo dijo...

¡Que rico! Este es un himno al cinismo/realidad, lo adoro. ¿Para qué? Para no convertirte en mediocre, amante desinflado o muerto en vida. Un abrazo.

PEREGRINO dijo...

Madam - gracias por tu contestacion a la gran interrogante.

Salud...